Sunday, September 04, 2005

Cartas de amor

Hace poco tuve el raro beneficio de ver la totalidad de una serie de cartas de amor (ÉL a ELLA y ELLA a ÉL) que una persona (no diré si fue ÉL o ELLA) me mostró. La persona estaba muy emocionada porque creía ver en las palabras de su pareja un hermoso reflejo de lo que era su relación. No tuve el valor para decirle que no era así.
Por suponer que el amor es un sentimiento tan puro, perfecto, hermoso y complejo, las personas creen que deben expresarlo con la altura que merece y tienden a usar palabras de exagerada grandilocuencia para decir las cosas más simples.
La carta no va a ser más sentida sólo porque se utilice una mayor cantidad de palabras esdrújulas. La relación no va a ser más elevada si se menciona a Boticelli, o a Monet, o a Shakespeare, o a Lennon. Si vamos al caso, tampoco es necesario para decir "te amo" hacerlo con las palabras de Jaime Roos, Jorge Drexler o Joaquín Sabina. No es necesario recurrir a imágenes de Xul Solar o Vincent Van gogh.
Esa forma de expresarse es propia de una tragedia (parodiada por Woody Allen): el texto no está completo si no se hace alguna oscura referencia a Brahms. Si ellos mismos no hablan así, si no comienzan a citar espontáneamente a Serrat cuando se dicen "te quiero", me pregunto por qué sienten que al escribirlo deben hacerlo.
Las cartas que la persona me mostró eran de enorme dulzura, es cierto, pero lo único que demostraban era el amor por la palabra. Que es un sentimiento muy bello, pero que no es necesario a la hora de demostrar lo que se siente por alguien.




Nota al pie: El uso de la palabra "grandilocuente" en el texto anterior no es azaroso, tampoco lo es la cita a Woody Allen. Tal vez ustedes me acusen de caer en los mismos lugares comunes de las personas a las que critíco, pero no por eso voy a enojarme, de hecho los quiero mucho, y para expresarlo qué mejor que una letra de Jaime Roos que dice...

Thursday, September 01, 2005

No es sólo una conspiración

A modo de introducción:

Si usted es una de esas personas que ven a su perro perseguirse la cola y piensan que lo hace nada más que por su naturaleza perruna, no pierda su tiempo: este Blog es para aquellos que ven más allá.

Si usted cree en todas las conspiraciones, cómprese el DVD de X-files y tampoco pierda su tiempo: las conspiraciones son una sola.

Si usted cree que el alunizaje de 1969 fue real, entre en el blog donde venden buzones y deje de perder el tiempo. Por cierto, la administración de correos a través de buzones privados es un negocio muy redituable, pero los acaparadores capitalistas no quieren que se sepa e inventaron el verso de que no se puede vender un buzón.

Si usted cree que es posible terminar una partida de Estanciero y a la vez respetar las reglas, deje de perder el tiempo: el Estanciero no se acaba nunca. Existen rumores (verídicos) de una partida comenzada en 1965 y que aún no pudo terminarse.

Si usted cree que cuando le dicen que detrás suyo hay un mono de tres cabezas es mentira, recuerde que el tiempo es un recurso no renovable y deje de perderlo: SIEMPRE hay un mono.

Si usted cree que las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas, considere su tiempo perdido: nosotros no tenemos ni penas ni vacas, las vacas se las venden a los frigoríficos y las penas a diversas víctimas de diversos desastres naturales. Comprar pena made in Argentina es considerado chic en el Primer Mundo (sí, Primer Mundo se escribe con mayúscula).

Si usted cree que el tiempo se pierde, no sea iluso: Nada se pierde, todo se lo apropian.